Cuatro seleccionados de nuestra región participarán del Mundial de Seven que se jugará en julio en San Francisco (Estados Unidos). Argentina clasificó a través del Circuito Mundial de World Rugby, mientras que los varones de Uruguay y Chile y las mujeres de Brasil obtuvieron sus plazas a través de los clasificatorios de la región.

Manteniendo una tradición de varios mundiales, la ilusión es que también haya un referee participando en el gran torneo de rugby sevens del año, lo que lo pondría en un listado con grandes del arbitraje regional como Efraím Sklar, Pablo Deluca (quien controló la final de RWC 7s 2001 entre Nueva Zelanda y Australia) o Federico Anselmi.

Quien más chances tiene es el argentino Damián Schneider, el joven de 24 años que ya tiene un amplio currículum en el rugby internacional.

Rosarino y estudiante de abogacía, Schneider comenzó a dirigir juveniles con solo 17 años y hoy, siete años más tarde, siendo habitual referee del World Rugby Sevens Series -controló su partido número 50 en el reciente torneo de Vancouver- buscará ser uno de los ocho árbitros designados para impartir justicia en el próximo RWC 7s.

¿Cómo viene el 2018?

Empecé con los Sevens de Punta del Este y Viña del Mar, que fueron muy positivos por ser torneos importantes que tenían en juego plazas para San Francisco. También sirvieron para continuar consolidando el grupo de referees de Sudamérica Rugby. A su vez, tuve dos designaciones de asistente, una en el partido en el que Uruguay clasificó a Rugby World Cup, y otra en la Americas Rugby Championship. Ahora estoy en pleno Circuito de Seven. El 2018 viene movido.

¿Cómo siguen estos próximos meses?

Hace unos días volví de mi décimo torneo del Circuito en Vancouver y me quedan las etapas de Hong Kong, París y Londres. La temporada de seven termina en junio. Mientras esté en Argentina, voy a dirigir en el Nacional de Clubes, organizado por la Unión Argentina de Rugby. También hay probabilidades de participar en alguno de los partidos del Súper Rugby como asistente cuando se juegue en Buenos Aires.

Refereando tanto sevens como quince, ¿cuál preferís?

Con 24 años, estoy enfocado en el sevens ya que me da una posibilidad inmensa de crecer y tener rodaje; el quince, quizás, en este momento no me lo puede dar. Cuando no dirijo sevens estoy en el rugby de quince en Argentina. Por ende, hago un poco de las dos cosas. El sevens es una excelente plataforma de crecimiento por la cantidad de partidos que uno puede dirigir por torneo y por cómo World Rugby tiene organizado un sistema totalmente positivo de aprendizaje y de coaching para los referees. Esto es lo que más me está sirviendo en este momento.

¿Cómo llegaste al referato?

A los 17 años tuve una lesión cervical y no pude jugar más al rugby. Empecé a entrenar las infantiles de mi club Old Resian, y en pleno Mundial Juvenil 2010 en Rosario, no había árbitros disponibles y en un partido de M15 tuve que entrar a dirigir yo porque no quería dirigir nadie. Me gustó y empecé a arbitrar seguido. Una persona de mi club me dijo que empiece a tomar el referato en serio, que estaba muy bueno y que podía tener un gran futuro. Aposté a eso y así entré.

En julio está el Mundial de Sevens. ¿Tenés ilusiones de participar?

Ese es mi objetivo; poder estar ahí. World Rugby va a hacer las designaciones en abril así que, obviamente, son muy importantes estas tres etapas en las que voy participar. Solo irán ocho referees y todos van a surgir de lo hecho en el circuito. Estoy dejando todo para poder ir.

Fuente: Sudamérica Rugby