Tenía que ganar y ganó. Pero no es lo único que importa. También se debe tener en cuenta el camino a través del cual se consiguió la victoria ante CRaR, por 36 a 17. Old Resian jugó un partido casi ideal. Fue inteligente, utilizó bien el pie, tomó buenas decisiones y supo cuándo atacar. Además, tuvo un gran porcentaje de obtención y se mantuvo sólido en defensa, a pesar de los tries recibidos en el final, cuando el partido estaba liquidado.

Como en Paraná, el tricolor salió decidido a imponer su impronta. La presencia de Nazareno Valentini como medio scrum le dio la dinámica y el vértigo que le faltaba al equipo. A los 5’, Ulises Garziera apoyaba el primer try de la tarde. Diez minutos después, Víctor Jaef hizo todo bien: leyó el espacio, lo atacó y aceleró. Nada lo pudo detener. Con la conversión de Valentini, Old Resian ya ganaba 12 a 0.

Pasados los 30’, llegaría una jugada de pizarrón tras un line, que terminó con Ulises Garziera apoyando en el ingoal. Parecía la tarde perfecta para los dirigidos por Juan Manuel Queirolo y David Dinolfo. El 22-3 parcial, ante un rival directo por la clasificación, era justo. No había nada para objetar porque la supremacía era evidente.

En el segundo tiempo, el equipo de Wilde y Mendoza fue a buscar el punto bonus. Pero le costó más de lo que imaginaba y, por momentos, el equipo cedió la iniciativa ante los rafaelinos. Era el momento de comenzar a mover el banco. Esta vez, los que estaban frescos iban a marcar la diferencia. Pero hubo uno que se destacó por sobre todos: Ramiro Cárcamo. Ingresó a los 14’ y le bastaron menos de quince minutos para apoyar dos tries y bajarle la persiana al partido.

Con una diferencia de más de 30 puntos, Old Resian se relajó y desaceleró. Algo que no debe ocurrir más allá de la buena producción. Fueron diez minutos donde la visita apoyó dos tries. No es algo preocupante, pero sí para tener en cuenta de cara al partido ante Universitario de Santa Fe. La penúltima de las finales. Todavía no hay nada definido, es verdad, pero la esperanza se mantiene.